Reto Hack
El 14 de Mayo de 2019, tuve la oportunidad de participar en el seminario #RetoHack, una iniciativa de la Academia Hack. En esta entrada, comparto mi presentación sobre mi aproximación al uso de la tecnología.
Introducción
Lo que ven en esta lámina es una compilación de algunos proyectos Web que he realizado a lo largo de mi carrera profesional. Mi encuentro con la tecnología siempre ha sido intuitivo. Desde niña las computadoras me han llamado la atención. Comencé a usarlas en 1986, a los 8 años de edad. Luego, durante mi formación profesional en el campo del diseño en PROdiseño, hice mi especialización en diseño Web y Multimedia. Uno de los primeros retos que tuve que enfrentar fue el estigma de la “doncella en aprietos” por ser minoría en el área de la tecnología. Recuerdo que éramos solo una o dos mujeres en el salón, y el resto eran hombres. Aún el estigma persiste, a pesar de que hoy día las latinas ocupan cada vez más espacios de liderazgo, aún representamos apenas el 2% en las áreas de tecnología.
Mis inquietudes acerca del diseño conceptual y la expresión artística en la tecnología, han orientado mi creatividad. Yo confío siempre en mi intuición. Mi principal motor es aventurarme a hacer posible las ideas que pasan por mi mente. Aquí pueden ver por ejemplo, Yeebee’s World, un sistema que desarrollamos en mi estudio en Venezuela, entre 2003 y 2009 para aprender idiomas basado en videojuegos. Es el primero en su categoría implementado en las Escuelas Públicas de Nueva York, así como otros proyectos culturales y de investigación que han sido relevantes en mi carrera. Hoy en día continúo con mi trabajo comercial y desarrollo mi carrera artística.
Mi mayor influencia e inspiración es el trabajo de la artista venezolana Mariana Rondón (Arquitecto y Cineasta), quién construyó esta instalación robótica que funciona como una matriz sintética que produce seres híbridos y virtuales. Encontrarme con el trabajo de Mariana, y con su orientación, me motivó a creer que yo también podría hacer posible mis visiones del futuro.
Mi otra gran inspiración es el trabajo de GEGO (Ingeniero Alemana residenciada en Venezuela luego de la 2da Guerra Mundial), quien comenzó su carrera artística en Venezuela a sus 40 años. En PROdiseño, tuve la oportunidad de estudiar sus enseñanza sobre la comprensión, percepción, experimentación y significado del espacio. El aporte de ambas, ha legado una visión del mundo desde lo femenino, que yo también quiero explorar desde mi imaginario.
Mi trabajo artístico se desarrolla en el campo de la cibernética. Esta es una instalación de La Máquina de Emociones que realicé en Plaxall Gallery, New York. Está compuesta por tres máquinas que “sienten” la energía y expresan lo que sienten a través de la luz y el color. Mis máquinas son extensiones de mi sistema nervioso híbrido, en donde la tecnología me sirve para ampliar mis sentidos y mi percepción del mundo.
Cuando alguien me preguntaba por mi proyecto, y explicaba que quería hacer máquinas que sintieran emociones, se imaginarán las reacciones. Tuve que enfrentar desde la incomprensión hasta la incredulidad. A nadie le parecía importante o necesario construir estas máquinas. Parecían no tener sentido dentro del contexto, su propósito no era funcional o utilitario, no eran vehículos de denuncia, sino más bien constituían una exploración y un acercamiento estético y expresivo hacia nuestra convivencia con la tecnología. A muchos les costaba creer que yo estaba en capacidad de hacerlas. Sin duda, uno de los retos que tuve que afrontar fue el convencerme a mí misma de que cualquier cosa que yo quisiera hacer, era posible.
Estas son otras de mis instalaciones, que he presentado en galerías en Nueva York.
Esta idea comenzó a rondar mi mente a finales de los años 90, cuando comencé a ver la evolución de Internet, y cómo un sistema de interacción unidireccional, poco a poco se convertiría en bidireccional, en multidimensional y finalmente en una extensión de la mente humana que es como lo experimentamos ahora. Cuando caí en cuenta de que la Web pasaría de ser sintáctica o estructural a una Web semántica, es decir, que las máquinas serían capaces de comprender el sentido del lenguaje, me pregunté ¿Y cómo es que una computadora va a entender el sentido del lenguaje? ¿Cuáles son las implicaciones de la creación de una inteligencia artificial que comprenda nuestro lenguaje? Así, alrededor del año 2.000, comencé a esbozar un proyecto mediante el cual yo pudiese expresar mis visiones de un futuro posible en el cual las máquinas y los seres vivos establecen una relación simbiótica de naturaleza híbrida.
A partir de 2005, y para comprender la mente artificial, me acerqué a estudiar los conceptos de mente en la filosofía y a investigar sobre los hallazgos en cuanto a inteligencia artificial, en la ciencia y la tecnología. En Venezuela, comencé a esbozar un plan que me permitiera construir los medios necesarios para concretar mi proyecto.
Desde entonces, he investigado y participado en seminarios relacionados al pensamiento filosófico. Parte de mi obra recoge mis anotaciones y esquemas sobre los modelos de mente de los filósofos que he estudiado, así como también, sobre cibernética, el cerebro artificial y los sistemas espirituales artificiales.
Estos son algunos apuntes visuales sobre cómo imaginaba mis máquinas hace 10 años atrás.
En aquel entonces los cursos en Venezuela eran mucho más difíciles de conseguir, por lo cual gran parte de mi aprendizaje comenzó siendo autodidacta utilizando blogs especializados y Youtube. Iniciativas como la Academia Hack, eran prácticamente inexistentes en los años 90 y principios del 2.000. En 2016, se abrió la oportunidad de venir a Nueva York para entrenarme en nuevas tecnologías y técnicas de fabricación que me permitieran avanzar con mayor rapidéz. En Cooper Union estudié cómo trabajar con microcontroladores y sensores. Un curso intensivo de 6 semanas que me dio las herramientas fundamentales para ejecutar mis ideas. Este esquema de inmersión, a mí me funcionó y aún lo aplico.
Luego me uní al maker space (o laboratorio de fabricación) Fat Cat Fab Lab, en el West Village, NY, en donde también he tomado cursos intensivos para aprender a manejar nuevas herramientas, equipos, técnicas, y lenguajes de programación. Ésta es una comunidad de hacedores, en donde compartimos los procesos de ideación y construcción, el conocimiento y la experiencia. Allí construí mi primer prototipo y continúo trabajando.
Estas son imágenes de los procesos constructivos, que muestran el nivel de detalle y el arduo trabajo que hay detrás de cada una de las piezas que componen mis instalaciones. La escala del trabajo electrónico, es casi de joyería.
En paralelo, mi trabajo comercial ha sido en diseño estratégico y conceptual orientado a causas sociales. Me especializo en branding y medio digitales. He trabajado para organizaciones no gubernamentales, pro-causas de justicia social en los EE.UU., y para marcas personales, de servicios y consumo masivo en Venezuela.
Mi trabajo en el área educativa se orienta al uso de la tecnología con propósito y al ejercicio del pensamiento de diseño (design thinking). Durante 20 años me he dedicado a promover entre las generaciones más jóvenes, el impacto positivo que en la sociedad, podemos lograr a través del cruce entre arte, diseño y tecnología.
Como mujer, me ha tocado hacer un mayor esfuerzo por ganar espacios, respeto, reconocimiento y oportunidades. Trabajo por participar en el discurso sobre la perspectiva femenina en la tecnología. En el camino, he aprendido que cada persona tiene intereses muy particulares y perspectivas valiosas que aportan mucho a la visión colectiva, por lo tanto los retos que a cada uno se nos presentan, y nuestras intenciones, también varían. No creo que hay fórmulas para alcanzar el éxito (si es que eso es importante) pero sí herramientas y métodos que podemos aprender para lograr impacto (que es lo que a mi me parece realmente importante).
Otro reto importante ha sido ir al borde de mi propia imaginación para aprender a ver la tecnología como un nuevo material con capacidad expresiva y desde este punto de vista, explorar lo intuitivo y sensible que ella ofrece. Yo apuesto a lo que la tecnología puede decirnos sobre ella y sobre la naturaleza, desde la acción contemplativa, alejándome de la apreciación y comprensión de la tecnología solo como un objeto utilitario y funcional.
Metodología
Trabajo en función de tres factores: Visión, Metodología y Plan de Acción. Así es que logro desarrollarme y desarrollar ideas en proyectos concretos que generan impacto real porque así como me gusta imaginar, me gusta también que mis proyectos sumen a la transformación social y al bienestar común.
En cuanto a la visión, a medida que más confío y desarrollo mi capacidad intuitiva y persigo mi curiosidad, mi capacidad de procesar y comprender el conocimiento se hace más natural y fluído. La creatividad es una fuerza dinámica que sucede justamente entre el conocimiento y la imaginación, en ese ejercicio es donde se producen las ideas y las imágenes de cómo podrían ser las cosas. Para mí la inteligencia está en reconocer estas habilidades que son producto de nuestra naturaleza y usarlas a nuestro favor.
En cuanto a la metodología, yo adopté Scrum hace muchos años. Hoy, ya no pienso en la metodología. Es decir, trabajo en función de iteraciones sobre mejoras hasta alcanzar un punto que me satisfaga. Por eso comienzo por ideas simples y tareas cortas. Estructuro mi tiempo con base a tareas diarias, metas a corto plazo, mediano y largo plazo. Si logro cumplir objetivos diarios, avanzo. Si debo redimensionar o replantear aquellas actividades que no pude llevar a cabo, también avanzo. Cada error es un hallazgo tan valioso como los aciertos. Un error puede decirte por dónde NO es el camino, pero también mostrarte una nueva posibilidad que antes no conocías. Los aciertos son corroboraciones de la intuición, son una apuesta ganada a la probabilidad. En tal sentido, es muy importante ejercitar la capacidad de adaptarse para poder crear. La clave está en tomar el riesgo y hacer lo necesario, sin miedo a equivocarse.
En detalle, cuando voy a trabajar en el plan de acción, pienso en cómo estructurar mi tiempo de macro a micro, entonces este es mi mapa: Hago una valoración de mis necesidades individuales y las de mi contexto. Luego comienzo un proceso de observación, en el cual me concentro en fundamentar mis ideas con hechos, antecedentes, referentes y sobre ello analizo y reflexiono. Este proceso me permite conceptualizar una idea, es decir, definir el qué, el porqué, cómo, cuándo, quiénes, etc. Allí puedo ir a tanta profundidad como el proyecto lo requiera. Echo mano de ideas, pensamiento, tendencias, todo aquello que me permita tener una mayor comprensión y desde ahí entonces busco una forma nueva de expresión. En esta etapa del proceso creo que es vital conectar con los pares tanto en el ámbito local, como regional y global.
También me parece clave mencionarles lo importante que es aprender a manejar nuestro talento y recursos. Conocer nuestras habilidades, capacidades y limitaciones. Identificar con cuáles técnicas contamos y cuáles necesitamos adquirir, al igual que entender la dimensión de tiempo que necesitamos manejar y los recursos financieros que tenemos a disposición (o necesitamos levantar) para hacer realidad nuestra idea. También es importante evaluar si necesitamos crear equipos interdisciplinarios para abordar el proyecto.
Una vez que tengo una estrategia clara, entonces entro en la fase de prototipado, en la cual básicamente recorro una y otra vez el concepto, haciendo pruebas, testeando hasta dar con lo que necesito. Ciertos hallazgos, sobre todo los errores que nos muestran nuevos caminos, son muy valiosos y clave para el desarrollo de nuestras ideas. El resultado es un proceso de maduración, producto de varias iteraciones cortas y concretas.
Por eso es que considero tan importante y apoyo la iniciativa y la labor que emprende Academia Hack, porque a través de estos programas y metodologías podemos maximizar nuestro tiempo y recursos, y así alcanzar nuestras metas más rápido. Se trata de adquirir conocimiento y ponerlo en práctica. En mi opinión, no solo así se aprende y se avanza realmente, sino que permite el dinamismo que la industria tecnológica demanda. La tecnología está constantemente en transformación en cualquier lugar del mundo así que contar con un campo de aprendizaje dinámico abre oportunidades para las nuevas generaciones.
